Asfixia Voluntaria - Abril 06

Dejar de respirar. Por momentos se presenta como la única salida. Dejar de respirar para siempre de a ratos y sentir las paredes de tu garganta pegarse, forzarse para recibir al oxigeno que no llega.
Oxigeno color verde clarito, azul océano, oxigeno es alegría, vida y pájaros volando en el cielo, con sol y lucy y sus diamantes.
Si lo dejo entrar se convierte en podredumbre y cloaca, los diamantes se convierten en cantos rodados que no puedo digerir y esto ya venía podrido desde afuera y no quiero que entre y dejar de respirar, dejar de pensar, que se callen las voces.
Ya no me hables
Tu mano son cinco cuchillas que me rasgan el alma en pedazos como si fuera gasa que nadie puede coser, y
alejate que me lastimas.
Y no puedo hablar porque no respiro y las cuerdas vocales tiemblan olvidadas reclamando su atención, recordando viejos sonidos emitidos e imitados y ya nada funciona, el corazón a lo loco tumba que te tumba pide oxigeno nuevo que la sangre hay que depurar, para alimentar miembros que ya no van a poder moverse y sentir que el encéfalo se hincha y la boca seca, la lengua complota contra los labios sellados por otros labios invisibles e intangibles, ausentes y las fosas nasales paralizadas, cuadriplégicas solo les queda la conciencia de otras inhalaciones y solo me queda…

Dejarme caer

posted by Libelula de Acero @ 22:02,

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